TECNOLOGÍA EN EL AULA, UN AVANCE EN LA EDUCACIÓN.

¡Hola a todos!, ¿qué tal?

Bienvenidos a este post sobre tecnoELEgía en el aula.

Es indiscutible que las tecnologías son gran parte de nuestro día a día. Las utilizamos para cosas tan simples (y necesarias) como relajarnos viendo una película o leyendo un libro, hasta para comunicarnos con amigos en la otra punta del mundo o comprar algo que nos gusta por Internet. 

La educación ha de actualizarse a la par que lo hace la sociedad. Es por esto, que debemos tener una visión de la tecnología en el aula como un ‘plus’, algo extra que nos va a ayudar a llevar la enseñanza a otra dimensión, pasando por los mismos contenidos y las mismas dudas, pero haciendo el camino más ameno. 

Sin embargo, para hacer que el uso de las tecnologías en el aula refleje unos resultados positivos y sea un proceso dinámico, es importante saber qué vamos a utilizar y cómo lo vamos a hacer, pues por el contrario, lejos de ser una herramienta de ayuda nos puede resultar pesado y puede hacernos perder el tiempo. Es por esto, por lo que la formación del profesorado es imprescindible pues, ¿cómo podemos pedirle a un docente que saque provecho de algo que no domina?

Dicho esto, ¿cómo pueden mejorar las tecnologías nuestras clases de ELE?

En primer lugar, hemos de tener en cuenta algunos factores como la disponibilidad de los materiales y el perfil de los alumnos. Siendo el primero imprescindible y partiendo de la idea de que disponemos de ellos, podemos encontrar, a grandes rasgos, dos tipos de alumnos: por un lado, los alumnos que estudian una lengua extranjera de forma obligatoria, es decir, en la escuela. Con estos alumnos, el uso de la tecnologías en el aula fomentará la atención y la motivación, además de servir de ayuda para trabajar a partir de las diferencias de nivel que encontramos en el aula, ya que las tecnologías nos pueden ofrecer diferentes contenidos o los mismos contenidos adaptados de forma simultánea.  

Por otro lado, encontramos los alumnos que han elegido estudiar el idioma de forma voluntaria. Con estos alumnos, encontraremos menos problemas de nivel, sin embargo, la diversidad de edades en el aula será mayor. El uso de las tecnologías nos puede ayudar no solo a acercar a estos alumnos y crear un ambiente de trabajo favorable sino también a trabajar a partir de sus intereses y motivaciones. 
¿Cuáles son las razones principales por las que los alumnos estudian una lengua extranjera? Entre las razones más comunes, encontramos la posibilidad de encontrar trabajo, por gusto, por familiares cercanos o, como he mencionado al principio del post, por no perder el contacto con amigos que viven al otro lado del ''charco''. ¡Cuántas posibilidades de trabajar estos temas haciendo uso de los aparatos electrónicos!

Además, aun aportándonos diferentes posibilidades de utilización dentro del aula, las tecnologías nos brindan beneficios comunes independientemente del perfil de los estudiantes. Su uso, aporta autonomía a los estudiantes, facilidad de fomentar las relaciones sociales en el aula, facilidad para trabajar en grupos y, a su vez, abarcar contenidos que van más allá del papel, trabajar actividades que pueden resultar muy pesadas o pueden producir pánico en algunos de nuestros estudiantes de una forma más amena, tranquila y llegando a producir menos bloqueos (por ejemplo, haciendo un pequeño test mediante kahoot o socrative en vez de utilizando papel y boli).

En definitiva, es un acierto utilizar las tecnologías en el aula ELE, siempre y cuando se disponga de profesores formados para sacar el máximo provecho de estas y así poder motivar al alumno a trabajar tanto dentro como fuera del aula. 

¿Vosotros qué pensáis? ¿Utilizáis las tecnologías en el aula? Y lo más importante, como aprendices, ¿os gusta cuando hay alguna actividad en la que se ven implicadas las tecnologías?

Pd: este último mensaje es para todos aquellos profesores que tienen miedo a las tecnologías, os animo a lanzaros e indagar sobre apps, trabajos a través de las tecnologías, juegos útiles para el aula.. es difícil pero, una vez se entiende, ¡va todo rodado!

¡Gracias!

Nos vemos pronto,

E.